Una maratón es una carrera de resistencia, donde para conseguir la meta lo mejor es comenzar lentamente e ir incrementado la velocidad a medida que se va acercando el final, tú rival eres tú mismo. Tu resistencia, la constancia, el duro trabajo diario y no solo en el momento de correr sino los entrenamientos previos a esa prueba.
Si lo observamos bien es lo mismo que cuando te preparas una oposición de cualquier nivel ( todo nivel tiene su dificultad para quien se presenta), es un duro proceso que termina agotando a la persona. Además de ser una maratón, pues comienza lentamente para darlo todo cuando se aproxima la prueba final, también se convierte a veces en una prueba de obstáculos; los cuales debemos de saltar o esquivar.
El tiempo de preparación a una oposición es duro, lo primero buscar el mejor preparador o la mejor academia, para una vez conseguido damos paso a la segunda etapa "organización". Sí organización es la palabra adecuada, organizar apuntes, clases, horarios en definitiva organizar tu vida puesto que ahora todo va a girar entorno a eso. Dejaremos de hacer muchas cosas, nos quitaremos tiempo de ocio, de descanso, de estar con la familia, de estar con los amigos, es decir, nuestra vida social serán nuestros apuntes, la academia y nuestros compañeros.
Estaremos dedicados en cuerpo y alma a nuestro objetivo "el examen". Durante todo este proceso surgirán cosas que nos harán tirar la toalla y abandonar "la carrera" : el número excesivo de opositores, situaciones personales, compaginar trabajo-estudios-familia. Pero a pesar de todos estos obstáculos cueste más o menos los saltamos porque nuestra recompensa está al final.
Lo importante es "llegar a la meta" todo lo que viene después son recompensas, si aprobamos conseguimos el objetivo fundamental pero si no ¿Qué ocurre? ¿Tenemos que venirnos abajo? ¿Debemos de tirar la toalla?
La respuesta es sencilla: NO.
En el caso de suspender; debemos de sentirnos orgullosos de haber llegado al final, darnos cuenta de lo que hemos conseguido, una organización, un saber que si me lo propongo puedo, darme cuenta de donde han estado los fallos y corregirlos para la siguiente; y si el trabajo previo para la anterior fue duro, éste también lo será.
La gente que he conocido en este proceso, las vivencias, los ratos de alegrías, los de llanto, el apoyo de la familia, comprensión de amigos...
Por todo eso ha merecido la pena, así que jamás se debe de tirar la toalla porque con esfuerzo y constancia podemos conseguir nuestras metas.
¡¡¡ ÁNIMOS A TODOS AQUELLOS QUE SON O SERÁN OPOSITORES!!!
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